Es la enésima vez que pasa sin quedarse. Anoche incluso estuvo y retuvo en mis sueños. Me hizo creer que me quería. Me volvió a hacer ver sin querer, por supuesto, que aún me echaba de menos.
Pienso y no sé hasta cuándo o hasta dónde creerme las palabras del ser humano. Dónde comienza el desengaño y cuándo acaba una mentira. Si todos fuéramos sinceros el mundo sería muy diferente. Puesto que la mentira es el camino más corto para alcanzar nuestras pasiones, y el ser humano es vago por naturaleza, recurrimos a ella.
Sí es verdad que caemos en la misma piedra una y otra vez. Y es que alguien decidió llamarla piedra porque la palabra "amor" esta demasiada idealizada y es muy atractiva como para que alguien pueda resistirse a ella aunque fuera una sola vez. Un idilio que te mantiene en un estado de euforia y alegría que no tiene precio pero que igualmente es un arma de doble filo, porque todo lo que sube tiene que bajar... Y ya lo creo que si baja. Baja, te hunde, te apreta y te asfixia. Miras la realidad como cuando miras la superficie de una piscina desde el fondo de la misma. Sabes que necesitas un impulso para llegar a alcanzarla pero no será hasta que toques fondo cuando puedas reemeprender la marcha.
Te puto quiero (aún).